Crítica» Ámame, de J. Kenner

ÁMAME DE J. KENNER
Plaza & Janés. Grijalbo.
Stark III

El excitante romance entre Nikki Fairchild y Damien Stark se ve ensombrecido por los secretos de ambos.
En Desátame el multimillonario Damien formuló una proposición tan indecente como irresistible a la joven Nikki, una mujer independiente que de pronto se vio envuelta en una apasionante historia de amor, sexo y dominación.
En Poséeme, el deseo salvaje los empujó a un juego erótico obsesivo.
En Ámame, ¿puede la pasión convertirse en la clase de amor que sobrevive a las sombras del pasado?

Por fin tenemos en las manos el final de la trilogía Stark, y eso que la espera no ha sido larga teniendo en cuenta que ha salido integra en este mismo año y con poco tiempo entre un ejemplar y otro.
J. Kenner nos ha regalado sin lugar a dudas una gran historia con unos estupendos personajes. Este libro es como un puzle, tratando de unir los pedazos que ya sabemos con las nuevas revelaciones: el juicio y los secretos de Damien, el problema de Nikki, Jamie y los líos de Ollie, y otros misterios…

El principio y el final son fuertes, pero la historia pierde fuelle en algunos capítulos. Me hubiera gustado que en la primera mitad de libro hubiera menos sexo, porque íbamos de una escena a otra mientras que la historia global se ralentiza. Supongo que tal vez es percepción mía por las ganas que tenía de saber a dónde se dirigía la historia, pero eso no quita que las escenas de sexo no estén bien escritas: explícitas, creativas y tórridas.

A lo largo de las dos entregas anteriores hemos podido descubrir que Damien es un hombre fuerte y cariñoso que no ha dejado que su pasado perturbador lo definiera. También que es enigmático, intenso, algo despiadado e inflexible… pero aquí comprobaremos que cuando se trata de Nikki se vuelve más vulnerable y humano, y que es capaz de hacer cualquier cosa para que no salga herida y perderla.

Por la parte de Nikki la hemos visto crecerse a lo largo de toda la historia, y la autora aquí le da una gran intensidad. Podremos entender a la perfección su deseo por el dolor, porqué lo hace, y lo más importante, cómo cambia esa actitud en cuanto Damien se acerca a ella. Como con sus palabras es capar de multiplicar el efecto de todo lo que hacen sus labios y sus manos, y se convierte en su tabla de salvación. Bueno... realmente ambos son la salvación del otro, y está claro que son una pareja que ha nacido para estar junta.

Ya creía que no sería posible pero Ollie por fin se redime un poco en este libro y hace que vuelva a creer en él… menos mal. Pero la que toma un papel más importante es Jamie, y espero que eso signifique que J. Kenner tiene planes para ella… ¿Quizás en un próximo libro?

A pesar de que esta es una de mis parejas favoritas, me alegro de que su historia haya llegado a su fin, porque estirarla más haría más daño que bien. Aún así el final me pareció un poco rápido y creo que se hubiera podido arreglar con un epílogo, una historia como esta se merece uno a no ser que existan planes para Damien y Nikki en el futuro (justo antes de terminar esta reseña no he podido contenerme y he investigando... creo que la autora tiene preparado un relato corto para diciembre en EE.UU. que hará las funciones de epílogo y dónde nos presentará a un enigmático hombre que será el protagonista de un nuevo libro que espero que publique Grigalbo… ¡porfi, porfi!).

En definitiva, Ámame llena de giros y con alguna sorpresa antes de terminar, es un gran cierre para esta trilogía. Las que no la llevéis al día ya no tenéis excusa para no leerla puesto que ya está completa y no tenéis que morderos las uñas con la espera. Os animo a descubrir a Damien y Nikki porque estoy segura que os pueden gustar.

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