31 julio, 2013

Crítica» Un monstruo viene a verme, de Patrick Ness


UN MONSTRUO VIENE A VERME DE PATRICK NESS
De una idea original de Siobhan Dowd
Debolsillo.

El monstruo apareció justo después de la medianoche.
Pero no era el que Conor había estado esperando, el de la pesadilla que ha estado soñando todas las noches desde que su madre comenzó con el tratamiento. El de la oscuridad y el viento y el grito…
Ese monstruo del jardín es diferente. Antiguo, salvaje. Y quiere de Conor algo terrible y peligroso. Quiere la verdad.


No podemos negar que lo primero que nos atrae de un libro del que no teníamos ningún conocimiento previo es su portada. Si a esto le unimos una cuidada edición y un argumento que te atrapa nada más leerlo, ese libro tiene todas las papeletas para venirse a casa con nosotros. Y si además la historia resulta ser muy buena se convertirá en un pequeño tesoro. Este es el caso de Un monstruo viene a verme, que se basa en una idea de Siobhan Dowd, una escritora con gran talento que por desgracia nos dejó en 2007 por culpa de un cáncer. Su primera novela llegó a las librerías en 2006 y el resto, incluyendo esta, fueron publicadas póstumamente. Patrick Ness ha sido el encargado de llevar a buen término esta historia inacabada de Siobhan, haciendo un gran trabajo con sus notas.

En la novela conoceremos a Conor O’Malley, que una noche tiene una pesadilla diferente a todas las anteriores. Esta noche hay un nuevo monstruo y Conor no está seguro de si es parte del sueño o no. Pero de cualquier manera, este es el monstruo que siempre ha temido. Este monstruo, representado en un árbol de tejo, le dice que le va a relatar tres historias. Y que luego Conor deberá contarle a él una historia real. Si no lo hace, entonces el monstruo se lo comerá vivo.

Entré en este libro esperando una historia de miedo llena de pesadillas y verdaderamente aterradora, y en cierto modo fue así, pero no como me imaginaba. Y a pesar de ello es una historia estupenda, a la par que conmovedora, sobre la superación de la tragedia, la culpa y la negación. Los personajes son creíbles y reales, incluso el monstruo que claramente no lo es. El estilo de Ness es evocador, las reflexiones tienen el tono perfecto, la trama es desgarradora y todo esto se enmarca en un contexto turbador, que evocan el miedo, la ira, la angustia y la desolación de un joven adolescente. Nos encontramos ante una de esas novelas que nos hará recordar nuestras propias experiencias en la vida, y que refleja la humanidad de una manera clara y conmovedora. Además, sus 215 páginas hacen de él un libro muy accesible incluso para los no-lectores, puesto que es corto y muy fácil de leer.


Se trata de una edición muy cuidada en tapa dura con un dibujo de una medianoche entre tonos negros y azules, las guardas llenas de dibujos de agujas de tejo, y con una sobrecubierta de letras plateadas. Las ilustraciones en blanco y negro de la novela ayudan a solidificar el dolor y el caos en la vida de Conor, y corren a cargo de Jim Kay, un artista british que ha trabajado en multitud de proyectos, entre los que se encuentran la edición británica de El Atlas Esmeralda, de John Stephens, o el Ministerio de Pandemonium, de Chris Westwood. En algunas páginas el texto es blanco sobre unos dibujos oscuros y en ocasiones los dibujos son la historia, haciéndonos resoplar con cada vuelta de página.

Creo que este libro, publicado por Debolsillo, merecía no haber pasado tan desapercibido en su publicación a finales del 2012 en España. Por suerte, y gracias al boca a boca, está siendo descubierto por muchas personas de todas las edades. Y sin duda, merece la pena.

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