25 julio, 2012

Crítica» Numbers 2: El caos de Rachel Ward

NUMBERS 2: EL CAOS DE RACHEL WARD
Planeta. Booket.

Adam ha heredado el don de su madre, Jem: cuando mira a alguien a los ojos puede ver la fecha en que la persona morirá. Para él, este poder también es una carga, que le angustia en las relaciones con los demás. Sarah, una adolescente de Londres, tiene que huir de su casa y empezar una vida nueva, sola. Cada noche tiene la misma pesadilla que la atormenta: un incendio, una catástrofe y un misterioso chico al que reconoce en el instituto. Las cosas cada vez se van poniendo más difíciles: el mundo tiende al caos, las autoridades insertan a las personas chips de identificación, violentas inundaciones obligan a evacuar pueblos enteros. Un día, Adam ve que la mayoría de la gente de la ciudad tiene la misma fecha: enero de 2027. Algo va a suceder. Algo muy malo. Pero, ¿qué? ¿Qué puede hacer él?

Numbers 2: El Caos es la segunda parte de Numbers, que ya nos presentó Booket a finales el año pasado. En esta ocasión la narración se alterna entre Adam (hijo de Jem, la protagonista de la primera parte), que ha heredado el don de su madre; y Sarah, una adolescente que ha huido de su casa y que le acompaña en esta aventura. Los dos puntos de vista nos dan la oportunidad de sentir las emociones de cada personaje a medida que experimentan las situaciones por las que van pasando. Esta es una diferencia con el primer libro, que era contado sólo desde el punto de vista de Jem. Las versiones de los hechos aquí se superponen a veces, pero siempre en un equilibrio perfecto y en la medida correcta, por lo que la historia nunca se vuelve aburrida. Creemos que le ha dado un gran enfoque al libro y funciona muy bien, porque ambos personajes tienen voces muy distintas.
Todos los personajes están muy bien elaborados, son adolescentes realistas atrapados en situaciones terribles, que se enfrentan en el mundo real a multitud de obstáculos, y además tienen el plus de intentar advertir a la gente sobre lo que puede ocurrir. ¿Cómo avisar a la gente sobre lo que pasará cuando la mayoría piensa que estás loco? Realmente si nos paramos a pensar y nos ponemos en su lugar es que es terrible saber cuando tus seres queridos (y todas las personas con las que te cruzas) van a morir, y nos imaginamos que el estrés y la impotencia de no poder hacer nada tiene que causar estragos en cualquier persona. Además de eso, nuestros protagonistas tienen una conexión emocional, pero por más que luchan contra sus sentimientos, el destino quiere que sus vidas estén entrelazadas, y a medida que la amenaza inminente de acerca, podemos sentir aún más la tensión y la ansiedad crecer en los dos.
Sin lugar a dudas nos encontramos ante un buen libro con un argumento sólido y con personajes llenos de profundidad, que nos responderá a muchas preguntas que quedaron inconclusas en la primera parte, a la vez que deja unas cuantas para la última entrega que nos queda por leer. También disfrutaremos de varios giros en la trama de lo más interesantes (sobre todo uno que es el detonante para un final realmente sorprendente).
Aunque técnicamente es una secuela, la historia se mantiene por sí misma y puede leerse independiente; sin embargo, si no habéis leído Numbers, seguramente os vaya a picar la curiosidad por conocer la historia de los padres de Adam (cosa que os recomendamos). No se puede negar que Rachel Ward sabe cómo mezclar temas sociales problemáticos de nuestros días con elementos sobrenaturales.

» Si os apetece leer la crítica de Numbers hacer click aquí.

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